El futbol a sol y sombra

miércoles, 29 de febrero de 2012
Para aquellos que me conocen, podrán saber claramente de que uno de mis mayores pasiones es el futbol… incluso alguna vez a una ex pareja le dije que mi romance con el futbol empezó antes de conocerla a ella ante lo cual aplicaba una prioridad absurda que hoy veo y que ya no la realizo.  Este deporte pasa a ser más que un simple deporte sino que se transforma en la pasión de millones de personas llegando al punto de dar la vida por su club. Obviamente en mi caso no llegamos a ese extremo, pero si soy de estadio constante, viendo los partidos del club de mis pasiones y ninguno otro merece dicha atención.

¿Por qué se dará esta situación? Me imagino que por lo popular del deporte. Solo se necesita una pelota por muy maltrecha que se encuentre, un par de piedras o polerones que hagan un arco y listo! No se necesita nada más… no es elitista sino todo lo contrario y es así como muchos grandes exponentes de dicho deporte son de orígenes humildes y barrios pobres. También es participativo porque no depende de una sola persona y de vez en cuando nos permite ver movimientos y regates que parece que rompiesen más de una ley de la física.
Sin embargo, cada vez más este deporte pareciera perder parte de ese sabor especial que cada uno siente al hacerlo parte de la vida. Cada vez el dinero es el que manda en cómo se desarrolla este deporte, y para los más puristas, como yo, esto no hace más que crear más jugadores mercenarios que solo se mueven en torno al mejor postor. O que nos importa o porque juzgar a un jugador por un bautizo? Por llegar 45 minutos tarde? Disculpen lo que diga, pero a mí me vale huevo si ese jugador en 90 minutos puede dar clases magistrales de futbol y dar alegría a millones de personas… que el respeto a las instituciones, los periodistas y blah blah blah… si realmente nos importara esto, obligaríamos que cada uno de los componentes de la clase política y que toman decisiones sobre el futuro de un país se comportaran y actuaran de manera ejemplar… que me importa que se tome unas copas 5 dias antes de jugar??? Para mí simplemente es cortar el hilo por lo mas delgado. Si tiene alguna duda, puede indagar en la vida de muchos jugadores que tuvieron una vida llena de este tipo de hechos y que fueron grandes y exitosos jugadores… Su calidad como persona no es algo que me interese como para justificar crucifixiones gratuitas.

El Futbol a sol y sombra es el nombre de un libro de E. Galeano que nos ofrece anécdotas y otra visión de este futbol comercial de hoy en día y que al parecer carcome lentamente lo majestuoso del futbol. A continuación les dejo la nota con la que abre el libro.

El futbol.

La historia del futbol es un triste viaje del placel al deber. A medida que el deporte se ha hecho industria, ha ido desterrando la belleza que nace de la alegría de jugar porque sí. En Este mundo del fin de siglo, el futbol profesional condena lo que es inútil, y es inútil lo que no es rentable. A nadie da de ganar esa locura que hace que el hombre sea niño por un rato, jugando como el niño con el globo y como juega el gato con el ovillo de lana: bailarín que danza con una pelota leve como el globo que se va al aire y el ovillo que rueda, jugando sin saber que juega, sin motivo y sin reloj y sin juez.
El juego se ha convertido en espectáculo, con pocos protagonistas y muchos espectadores, futbol para mirar, y el espectáculo se ha convertido en uno de los negocios más lucrativos del mundo, que no se organiza para jugar sino para impedir que se juegue. La tecnocracia del deporte profesional ha ido imponiendo un futbol de pura velocidad y mucha fuerza, que renuncia a la alegría, atrofia la fantasía y prohíbe la osadía.

Por suerte todavía aparece en las canchas, aunque sea muy de vez en cuando, algún descarado carasucia que se sale del libreto y comete el disparate de gambetear a todo el equipo rival, y al juez, y al público de las tribunas, por el puro goce del cuerpo que se lanza a la prohibida aventura de la libertad.